2002
102,3
59,5
87,7
87
93,6
95,2
100,6 120,2 122,4
91,5
109,9
74,4
1144,30
2004
129,6
96,4
116,1
116,6
80,3
73,5
100,1 146,5 125,8 137,7 140,6 143,7
1406,90
2005
135,1
90,2
107,5
112,9 102,1
81,4
93,7
110
125
105,8 118,5
118
1300,20
2006
102,1
73,8
98
144,2
99,6
81,9
128,1 101,4 100,9 141,4 117,3 133,2
1321,90
2007
108
97,2
113,1
112
89,2
83,1
101,7 115,9 142,2 128,5 138,5 128,6
1358,00
2008
73,4
101,1 114,2
128
101,9
69
84
98
98,7
103,3 115,8 102,7
1190,08
2009
97,3
76,7
117,4
121,6
55,3
88,6
108,1 118,8 143,2
115
106
102,2
1250,18
2012
103,3
82,2
127,5
137,8 111,4 104,2
89,2
89,1
112,2
103
100,9 109,6
1270,44
Análisis de homogeneidad de las series
Acorde con González et al. (2003) los resultados del procesamiento de las observaciones del régimen
de lluvias, escurrimientos y en general de datos sinópticos de una cuenca, resultan válidos solo en el
caso en que se empleen series homogéneas. Por lo que cualquier estudio hidrológico de este tipo debe
comenzar con la comprobación de la homogeneidad de la serie.
El análisis de homogeneidad comprende dos fases, la primera: fase exploratoria que permite la
detección de comportamientos específicos de la muestra o propiedades importantes de los registros.
Esto se logra con análisis gráfico (curvas de simple o doble masa) y el cálculo de estadígrafos básicos,
como media, desviación típica, varianza, etc.
En este caso se toman las dos series de trabajo y se acumulan, esto significa la generación de dos
nuevas series (una de precipitación y la otra de evaporación) en las que el valor ubicado en cada año es
la suma de los valores de los años que le anteceden, ver figura 2.
En las curvas de simple masa no aparecen tramos con distorsiones o con diferencias marcadas de
pendientes, lo que evidencia la muestra de un comportamiento uniforme y atendiendo a estas
características se puede decir que son series homogéneas.
(a) Curva de simple masa de precipitación. (b) Curva de simple masa de evaporación.
Figura 2. Curvas de simple masa de las series de precipitación y evaporación.
Para reafirmar esta valoración, las series deben someterse a una fase más rigurosa que se conoce