> REVISTA RIEMAT JULIO – DICIEMBRE 2017. VOLUMEN 2. NÚMERO 2. ART. 7 <
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almacenamiento de energía para suministrar la demanda en
forma local [5].
En algunos casos y en dependencia de su diseño técnico, la
microrred puede funcionar conectada al sistema eléctrico de la
empresa suministradora, pero con
la capacidad de
autoabastecerse y operar de forma aislada cuando sea necesario,
para mantener la confiabilidad del suministro de energía a la
carga local [5].
Las micro-redes eléctricas introducidas bajo los principios de
la GD, pueden resultar un marco propicio para acoger y utilizar
las fuentes renovables de energía (FRE) y la integración de las
mismas a una escala mayor puede ser favorecida, aún en
regiones donde exista conexión a la red eléctrica nacional, por
la posibilidad de su conexión al sistema centralizado.
La microrred puede estar compuesta por un conjunto de
cargas y generadores operando como un sistema único capaz de
proporcionar potencia y calor. El funcionamiento y control de
muchas de las fuentes que la integran están basados en
electrónica de potencia, con lo que poseen la flexibilidad
necesaria para garantizar la operación de todo el sistema como
uno único. Este control flexible permite a la microrred
presentarse al sistema eléctrico como una unidad controlable
que abastece las necesidades locales con fiabilidad y seguridad
[6].
En el concepto más sencillo se plantea que una microrred es
un sistemas de distribución eléctrica que contiene cargas y
fuentes de energía distribuida (generadores distribuidos,
equipos de almacenamiento, o cargas controlables) que pueden
ser operados de manera coordinada y controlada bien sea
conectadas a la red eléctrica o de forma aislada [7].
Los objetivos de una microrred consisten en maximizar el
uso y capacidad de los activos de generación, mediante la
inteligencia construida en ella, para de esta forma incrementar
la eficiencia y minimizar los costos. El núcleo principal en una
microrred suele ser un sistema de tecnologías de la información,
que permite la organización y el control de la red eléctrica como
un ente único y una infraestructura de medición avanzada en las
instalaciones de los usuarios [5].
Por otra parte una microrred puede considerarse como un
componente de la red inteligente, la cual forma parte de la red
de distribución pudiendo a su vez autoabastecerse y funcionar
de forma independiente [8].
La adopción del modo de la generación distribuida se da la
mano con la aplicación de las Microrredes; las Redes
Inteligentes y los Dispositivos de Inteligencia Artificial, con
capacidad de ofrecer novedosas soluciones técnicas cuando se
combina adecuadamente con el sistema centralizado.
El desarrollo de la electrónica de potencia, la mejora de la
confiabilidad de las comunicaciones y el incremento de la
capacidad de los medios de almacenamiento, han llevado a
considerar la microrredes como el paso previo a los sistemas
inteligentes [9].
Conceptualmente se puede definir una red inteligente, como
aquella que integra la generación centralizada a través de
grandes plantas generadoras, con la generación distribuida en
pequeña escala de energías renovables, en la cual el usuario
puede consumir y enviar energía a la red, es decir, el lado de la
demanda de la red se puede convertir de manera controlada en
una “fuente” o en un “pozo” de energía [10], donde se utilizan
en gran escala las tecnologías de la información (TIC) que se
asocian tradicionalmente con los sistemas de información
administrativa y las tecnologías de operaciones (OT) con
equipos de campo conectados al sistema eléctrico.
Las Redes Eléctricas Inteligentes (del inglés, Smart Grids),
se basan en incorporar a la red eléctrica tradicional dispositivos
electrónicos tales como medidores, sensores o mandos;
vinculados a través de distintas tecnologías de comunicación,
logrando la centralización y uso de la información para
provecho de todos los actores involucrados, optimizando el
funcionamiento del sistema eléctrico. De esta forma es posible
que los consumidores puedan administrar eficientemente sus
activos y que el usuario final gestione su consumo en forma
racional [11].
Los conceptos vinculados a las redes inteligentes,
representan un rompimiento con la filosofía tradicional de
consumir la totalidad de la energía procedente de un sistema
eléctrico centralizado, basado en grandes plantas de generación
con un extenso sistema de transportación y distribución de la
electricidad hasta su destino final. La inteligencia incorporada
al sistema le permite ayudar a satisfacer las crecientes
necesidades de electricidad, elevar la calidad del servicio,
incrementar la eficiencia con la reducción de las pérdidas,
propiciar la preservación de recursos naturales y minimizar el
impacto ambiental contribuyendo a limitar las emisiones de
CO
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a la atmósfera. Se llaman redes inteligentes porque los
dispositivos que la integran pueden ser programados con
capacidad de tomar determinadas decisiones sin la intervención
del factor humano.
B. La Sostenibilidad
La consideración de los problemas ambientales en el
desarrollo desde la globalidad que requieren, ha cambiado
bastante en estos últimos años. Lo que a mediados del siglo XX
era una minoritaria preocupación por las especies y los
espacios, es hoy el centro de un debate mundial sobre el futuro
de la humanidad.
A pesar de su ambigüedad, el término de desarrollo
sostenible ha sido aceptado por la comunidad internacional,
como un punto de reflexión y de cambio hacia modelos más
respetuosos con los recursos naturales del planeta [12].
Actualmente la sociedad reconoce que las tendencias de
desarrollo económico no son sostenibles. Más allá de ello existe
poco acuerdo de opiniones, se discute sobre el significado del
desarrollo sostenible y sobre si es o no asequible, existen
diferentes visiones acerca de cómo se verán las sociedades
sostenibles y cómo funcionarán. La falta de acuerdo y
definición a nivel internacional han obstaculizado los esfuerzos
para avanzar en el plano del desarrollo sostenible [13].
Conceptualmente se puede aceptar que el desarrollo
sostenible constituye una estrategia que pone en juego un
proceso integrado, mediante el cual se operan de manera
intencionada nuevas maneras de generar en las personas y en
las
sociedades
humanas
cambios
significativos
de
comportamiento y resignificación de valores culturales,