> REVISTA RIEMAT JULIO – DICIEMBRE 2017. VOLUMEN 2. NÚMERO 2. ART. 8<
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servicios públicos poseen el control prácticamente absoluto
sobre la producción y distribución de electricidad, lo que
conlleva a que los productores independientes no realicen
inversiones en proyectos de energías renovables, además que el
vender esta energía bajo acuerdos de compra de electricidad no
sea rentable.
II. DESARROLLO
Muchas otras barreras que expone (Cedeño, 2016) tienen que
ver con las normativas que privilegian más al sistema
centralizado que a la generación distribuida. Los subsidios que
se les da a la electricidad generada a partir de energía fósil es
también un factor que no permite impulsar el desarrollo de las
ER, en la actualidad en Ecuador se establece el pago de la tarifa
eléctrica fijando el precio del kWh para el sector residencial
entre 0,10 y 0,11 centavos de dólar y para el sector institucional
en 0,07 centavos. Sin embargo, el costo real del kWh para la
provincia de Manabí donde la generación de electricidad es
básicamente térmica, oscila entre 0,40 y 0,50 centavos. Con
esto se tiene como conclusión que, para las provincias cercanas
a los puntos de generación, que en gran mayoría es hidráulica
se puede considerar que el costo de la energía es económico,
pero no ocurre lo mismo para las provincias situadas a gran
distancia de las hidroeléctricas, pues además de tener el costo
por generación se tiene también el costo de transporte.
Varios países europeos que encabezan la puesta en vigor de
normas que a manera de marco regulatorio favorecen y
promueven la introducción de las ER en la diversificación de la
matriz energética, (Cedeño, 2016) menciona a Alemania como
líder en el desarrollo fotovoltaico, a Noruega y Suecia como
promotores de certificados verdes en el comercio. Los países en
américa Latina como ya se mencionó anteriormente, presentan
mayor dificultad en el desarrollo de las fuentes de ER, sin
embargo según (González J, 2008), Argentina, Uruguay,
República Dominicana, El Salvador, Mexico, Colombia, Cuba
y otros han decidido solventar estos obstáculos promulgando un
marco regulatorio especifico estableciendo decretos e
incentivos que favorezcan el crecimiento de un sistema
sostenible y sustentable que optimice los recursos naturales
mediante la generación de energía eléctrica utilizando los
recursos inagotables presentes en la biosfera. Para continuar
con el apoyo y fortalecer cada vez más la implementación de
proyectos de generación con fuentes de ER, la Agencia
Internacional de Energía (AIE), estableció mecanismos que
estarán encaminados a retirar progresivamente los subsidios a
los
combustibles
fósiles,
a
establecer objetivos
de
cumplimiento obligatorio para las fuentes de ER, proporcionar
beneficios y estabilidad para los inversionistas en estas fuentes,
garantizar y priorizar el acceso a la red a los generadores que
usen fuentes renovables y por ultimo elaborar normativas
estrictas de eficiencia energética en las diferentes cargas
conectadas a la red.
(Cedeño, 2016) cita a Países de Latinoamérica que adoptaron
medidas en función a incentivar las fuentes de ER, por ejemplo:
Argentina promueve la remuneración en hasta (0,15 $/kWh)
generado por sistemas eólicos instalados; a Brasil que ha
implementado desde el 2002 el Programa PROINFA, que prevé
incentivos a las FRE; a Chile que desde el 2004 posee la Ley
Eléctrica, que está dirigida a incluir incentivos que impulsen la
introducción de proyectos con fuentes renovables de energía; a
Costa Rica quien desde 1994 se promulgó una ley que incentiva
la inversión en las FRE y por último Perú que en el año 2008
estableció incentivos para el desarrollo de las Fuentes
Renovables de Energía.
A raíz del análisis que hace el autor (Cedeño, 2016) a las
barreras, a los incentivos y a las políticas de países europeos y
Latinoamericanos, menciona que sin un marco regulatorio
específico para las ER resulta muy difícil lograr transformar la
matriz energética ecuatoriana por ello se deberían adoptar
mecanismos de apoyo vigentes hasta el año 2020 y deben estar
encaminados a: reducir la participación de la electricidad
generada con base al petróleo, hasta un máximo del 40% del
aporte total de energía, ampliar hasta un 60% la participación
de las energías renovables en el aporte total de EE, asegurar el
incremento gradual de la participación de la energía solar
fotovoltaica conectada a la red de BT en el modo de la
generación distribuida, en el aporte total de electricidad, de
forma tal que se logre reducir las pérdidas, elevar la eficiencia,
mejorar el perfil de tensión en las líneas donde se conecte la
tecnología, ahorrar petróleo y disminuir las emisiones de CO2
a la atmósfera, garantizar la participación de la energía eólica
de pequeña potencia, en los sitios identificados con potencial de
viento aprovechable con dichas tecnologías, dar paso al
reconocimiento jurídico de los productores independientes
privados de energía a costa de la utilización de las fuentes
renovables no convencionales, dar acceso a la red garantizado
y prioritario, para los suministradores independientes de
energía que usen fuentes renovables, disponer una tarifa
especial para el pago de la energía a los suministradores
independientes, que constituya un estímulo a la inversión en
fuentes renovables, impulsar y priorizar el financiamiento de
proyectos enfocados al estudio y la investigación de los
potenciales de fuentes renovables de energía, especialmente la
geotérmica, mareomotriz y biomasa. Especialmente estimular
el desarrollo de las investigaciones en las universidades del
país, de manera que en cada lugar se investigue el
aprovechamiento del recurso energético de que se disponga y
se propicie el desarrollo equilibrado de las diferentes regiones
del territorio nacional, impulsar y priorizar el financiamiento de
proyectos dirigidos a la asistencia tecnológica, para el
aprovechamiento de la energía primaria contenida en las
fuentes renovables, para el calentamiento de fluidos, bombeo
de agua, secado de productos y otras necesidades energéticas,
elaborar y poner en práctica en el territorio de la provincia, una
normativa estricta de eficiencia para el consumo energético de
todos los equipos electrodomésticos, edificios y vehículos,
paralelamente propiciar la creación de estrategias de transporte
sustentable. Para el año 2001 según (Goldemberg, 2007)el
consumo mundial era aproximadamente del 80% de energía
fósil, lo que equivale a 10,2 billones de tonelada de petróleo, el
petróleo estaba presente con el 35 %, el carbón con el 23 % y el
gas natural con el 22%, la energía nuclear también presente en
un pequeño porcentaje en la contribución de energía no
renovable estaba presente con un 7 %. Para ese año las fuentes
de ER contribuían con apenas el restante 13 %, donde el 5 % lo