Blanca Jiménez, Suset Mayea y Laura Proenza. Programa de Salud para la prevención de cáncer de cuello de
útero en mujeres de 25 a 59 años de edad
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tabaquismo, enfermedades de transmisión sexual, multiparidad, nivel socioeconómico bajo,
inmunodeficiencia, otras neoplasias del tracto genital inferior, y factores masculinos como
promiscuidad, antecedentes de carcinoma de pene, antecedentes de compañera con cáncer de
cuello uterino (García, García-Padilla, Ballesteros y Novoa, 2003).
En cuanto a la presentación clínica, se sabe que es variable e inespecífica. El cáncer cervical
intraepitelial (CCI) puede producir friabilidad y ulceración del cérvix, dando lugar a manchado
o sangrado ínter menstrual; flujo vaginal por infección secundaria y dolor pélvico por extensión
local del tumor que indicarían enfermedad avanzada; la presencia de hidronefrosis orienta a
obstrucción uretral; la formación de fístulas vesicales o intestinales y edema de miembros
inferiores puede presentarse por obstrucción linfática e indican un CCI extenso con un
pronóstico malo (Orosco, Landgrave y Torres, 2009).
Respecto al diagnóstico, aunque la citología puede indicar la existencia de una anomalía
cervical, debe realizarse una biopsia de cualquier lesión sospechosa independiente del
diagnóstico citología. El pronóstico de esta enfermedad depende de diferentes factores, entre
los principales están: la etapa, el volumen y el grado del tumor, el tipo de tejido celular y la
invasión vascular. Para el tratamiento, el médico establece los fines de cada plan de tratamiento,
éstos pueden ser: la intención curativa, aumentar la longevidad sin una supervivencia a largo
plazo libre de enfermedad y el tratamiento paliativo, cuyo objetivo es el alivio de los síntomas,
prevenir las complicaciones y aumentar la calidad de vida. Los tratamientos más utilizados
para el manejo del cáncer de cérvix son: la histerectomía, la quimioterapia y la radioterapia.
(García, García-Padilla, Ballesteros y Novoa, 2003).
Estas lesiones precursoras se constituyen como construcciones biológicas, sociales y culturales,
y son una fuente de significados y representaciones en la conciencia de las mujeres, que está
influenciada por su entorno social, valores y creencias, así como por los medios de
comunicación. Debido a que afectan el cuerpo femenino y la sexualidad, tales lesiones se
vuelven relevantes para las mujeres, movilizando sus pensamientos y emociones, en particular
cuando estas mujeres están en la fase reproductiva, porque las enfermedades ginecológicas son
objeto de preocupación para el ejercicio pleno de la feminidad, a través de reproducción, ya
que surgen muchas dudas en el aspecto de saber si podrán o no quedar embarazadas, en caso
de que se vean afectadas por tal condición (Melho, Queiroz y Vasconcelos, 2013).
Es necesario reconocer que el cáncer de cérvix, así como sus tratamientos, tienen consecuencias
que, aunque en un principio se refieren como síntomas o efectos físicos, repercuten en el orden
de lo psicológicos. Dentro de las alteraciones psicológicas que más comúnmente sufren los