de su tratamiento sobre la intelectualización de las emociones, y lo hará a tal grado que dirá
que si no se aborda este aspecto emocional no se puede comprender a la persona (su perspectiva
y sentido de la vida). Es un condicional sin el cual la comprensión de la persona, objeto de
nuestro análisis, no puede realizarse, si no se da cuenta de sus sentimientos en juego.
Entonación expresiva, mímica, gesto
Diferencias entre Oralidad y Escritura
a) Oralidad: la entonación no sólo expresa el contexto, sino que nos puede dar el valor
de lo que se dice, para acceder a los sentimientos de quien lo dice.
b) Escritura: Los borradores que se ensayan para decir justo lo que necesitamos que dan
cuenta que, en esta modalidad, la reflexividad es un componente indispensable.
El habla en curso sigue otros derroteros en donde la gramaticalidad no es algo que se cuide por
el hablante, a no ser que esté frente a una audiencia experta (una conferencia, una disertación,
un discurso). Aunque en estos casos, es casi seguro que lea. Por supuesto que, al momento de
leer esos aspectos del tono, la mímica y el gesto harán que su audiencia se con-mueva. Y con-
mover es con-vencer, disuadir. Se separan las dos palabras anteriores para poner énfasis en que
no es un acto de una persona, sino es un inter-acto.
Más todavía, en la oralidad, la voz tiene su punto de partida en nuestra cavidad bucal (os-oris=
boca), esa caja de resonancia que amplifica y modula el sonido que se produce por la
interacción entre garganta, cuerdas vocales, cavidad bucal incluido los dientes. Pero no sólo
eso, sino que con esos órganos intervenientes también actúan una serie amplia de conjuntos de
músculos de la cara y el cuello. Y como arriba de la cavidad bucal se encuentran esos dos
luceros que no dejan de titilar; resulta que una voz, salida de la garganta de ‘x’ persona, será
percibida en toda su expresividad fisiognómica como fue resaltada desde el teatro renacentista,
cuando las máscaras fueron sustituidas por el actor-personaje. Entonces, hay que decir que, en
la oralidad, la gestualidad y la gesticulación tendrán un papel enormemente importante en el
significado de la voz, que además permite encontrar el sentido personal de lo que se dice, pues
el cómo se constituye en un aspecto singular y único del proferidor.
La emoción que se logra percibir mediante los cambios de entonación, también anuncia una
transformación de la persona que sufre (el pathos) o de quien se alegra hasta estar fuera de sí,
es decir, deja de ser ella para volverse otra. Es esa capacidad de la emoción, que en su
vehemencia nos mueve, conmueve y puede que sea de tal intensidad que nos lleve a actuar y
cambiar ese estado de cosas molestas o enormemente embriagantes que nos hacen hacer cosas
que de otro modo no podríamos hacer.
Vygotsky tiene razón al mencionar que la entonación se convertirá en un aspecto clave del
significado y sentido personal y más que eso, la entonación permitirá advertir en la emocional
que está en juego. Claro que no hay que olvidar el carácter histriónico o no de quien profiere
esa voz. A veces resulta más cómico al histrión, que, son su ‘cara de palo’, lo más serio que se
puede, hace reír. Justo esto pone en la expresividad no sólo de la voz, sino de todo el cuerpo.
A menudo se apela a que “hay que saber leer el cuerpo”, pero entiéndase bien, no estoy
presuponiendo para nada una gramática corporal, aunque no deja de haber ciertas prácticas