67
Creencias sobre el origen de la diabetes mellitus en mujeres
adultas mayores
Beliefs about the origin of diabetes mellitus in older adult women
DOI: https://doi.org/10.33936/psidial.v2i2.6031
Bárbara Lizeth Cuevas Muñiz
1
0000-0001-9982-6379
Martha Leticia Cabello Garza
2
0000-0001-6580-9650
Universidad Autónoma de Nuevo León, México. barbara_cuevasm@hotmail.com
1
martha.cabellogr@uanl.edu.mx
2
Recepción: 18 de agosto de 2023 / Aceptación: 19 de octubre de 2023 / Publicación: 20 de diciembre de 2023
Citación/cómo citar este artículo: Cuevas Muñiz, B. y Cabello Garza, M. (2023).
Creencias sobre el origen de la diabetes mellitus en mujeres adultas mayores. PSIDIAL:
Psicología y Diálogo de Saberes, 2(2) 67-84. https://doi.org/10.33936/psidial.v2i2.6031
68
PSIDIAL: Psicología y Diálogo de Saberes
e-ISSN: 2806-5972
https://revistas.utm.edu.ec/index.php/psicologia
Vol. 2 Núm. 2 Julio Diciembre de 2023
revista.psidial@utm.edu.ec
Universidad Técnica de Manabí
DOI: https://doi.org/10.33936/psidial.v2i2.6031
Resumen
El propósito de este trabajo es presentar resultados de una investigación relacionada con las
creencias individuales y la acción de las mujeres adultas mayores en el tratamiento médico
integral de la diabetes mellitus para entender los cambios en los comportamientos de salud
preventivos y protectores. Este estudio cualitativo, a través del análisis del discurso examinó
las experiencias de vida de doce mujeres adultas mayores entre 61 y 75 años que contaban con
seguridad social y que fueron seleccionadas por muestreo intencional. Los datos fueron
recolectados a través de la observación no participante, la entrevista a profundidad y el diario
de campo, empleando como marco de análisis el modelo de las creencias de salud. Los
resultados revelaron que las creencias sobre los factores de riesgo generan una susceptibilidad
a padecer la enfermedad sin percibir una alta severidad, por lo cual no se generaron cursos de
acción específicos para prevenir la enfermedad. Las creencias y valoraciones internas están
asociadas a la participación activa para una mayor comprensión de la diabetes mellitus y deben
cambiarse o reforzarse para facilitar intervenciones efectivas que promuevan comportamientos
saludables.
Palabras Claves: Adultas mayores, Creencias de Salud, Diabetes Mellitus, Investigación
Cualitativa.
Abstract
The purpose of this study is to present the results of a research related to the individual beliefs
and the action of older adult women in the comprehensive medical treatment of diabetes
mellitus to understand the changes in preventive and protective health behaviors. This
qualitative study, through discourse analysis, examined the life experiences of twelve older
women between 61 and 75 years old. They had social security and were selected by intentional
sample. Data were collected through non-participant observation, in-depth interviews, and field
diary, using the health beliefs model as a framework of analysis. The results revealed that the
beliefs about the risk factors, generate susceptibility to suffering from that disease without
perceiving a high severity, for which no specific courses of action were generated to prevent
the disease. Internal beliefs and assessments are associated with active participation for a better
understanding of diabetes mellitus and must be modified or reinforced to facilitate effective
interventions that promote healthy behaviors.
Keywords: Older Adult, Health beliefs, Diabetes Mellitus, Qualitative Research.
Cuevas B. y Cabello M., et al. Creencias sobre el origen de la diabetes mellitus en mujeres adultas mayores.
69
Introducción
La Diabetes Mellitus es una enfermedad crónica, que representa una enfermedad que envuelve
una serie de creencias que aparecen como producto de la cultura y que generan cursos de
acción, sobre todo cuando se presenta en las personas adultas mayores. La vejez es una etapa
de la vida en donde la persona se enfrenta a una serie de transformaciones significativas en
aspectos biológicos, psicológicos, emocionales, sociales y culturales. La persona mayor que
padece diabetes mellitus se enfrenta a cambios biológicos y corporales y al mismo tiempo a
reacciones psicológicas y sociales (Arcos y Peña, 2019; Cardona-Arango et al., 2018). Las
reacciones psicológicas obedecen a los esfuerzos cognitivos y conductuales para establecer
mecanismos adaptativos que lleven a afrontar las demandas constantes de la diabetes mellitus
en aspectos alimentarios, farmacológicos, atención-cuidado, entre otros.
Al mismo tiempo la vejez, definida como la última etapa del curso de vida (Diario Oficial de
la Federación [DOF], 2019), transforma a la persona y su identidad por los cambios de
creencias y comportamientos asociados a los prejuicios y estereotipos de la vejez. En sus
aspectos negativos esos prejuicios y estereotipos tienden a representar a esta etapa de la vida
como un período de pérdida, declive y deterioro porque en los procesos psicosociales de la
vejez se tienden a ignorar los atributos personales de las personas mayores y se toma relevancia
a los estereotipos de la afiliación grupal (Guadarrama et al., 2017; Gutiérrez, 2019).
El conjunto de pérdidas físicas, psicológicas y sociales ocasionan que las personas que viven
la etapa de vejez se enfrenten a necesidades, limitaciones y situaciones complejas particulares
en aspectos de salud, atención-cuidado, en aspectos afectivos, emocionales, entre otros
(Guadarrama et al., 2017). Esto lleva a cuestionar qué sucede cuando además de vivir un
proceso de envejecimiento, la persona vive un proceso de enfermedad crónico-degenerativo,
es decir cuando la persona mayor vive un envejecimiento patológico. Mantener la salud
mientras se vive un envejecimiento patológico implica que la persona mayor modifique
comportamientos y conductas no saludables para reducir las complicaciones de las
enfermedades crónicas.
La diabetes mellitus se ha posicionado como uno de los principales problemas de salud pública
en los últimos años porque esta enfermedad crónica ha incrementado su prevalencia a nivel
mundial. En el año 2021, México de acuerdo con la Federación Internacional de la Diabetes.
Atlas de la Diabetes (2021), ocupó el 7º. lugar entre los principales países por número de
adultos de 20 a 79 años con diabetes, le anteceden China, India, Pakistán, Estados Unidos,
Indonesia y Brasil. De acuerdo con el documento “Estadísticas a Propósito del día Mundial de
la Diabetes 2021” del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI, 2021), en México
10.3% de la población de 20 años y más (8,542,718) reportaron contar con un diagnóstico
médico previo de diabetes mellitus. Cabe destacar en este documento el incremento del
diagnóstico de la enfermedad conforme aumenta la edad de las personas, ya casi el 50 % de la
población total es de 60 años y más y de éstos 68.3% fueron mujeres.
De acuerdo con los datos de mortalidad, para 2020 se reportaron 1,086,743 fallecimientos, de
los cuales 14% (151,019) correspondieron a defunciones por diabetes mellitus. De estas, 52%
(78,922) ocurrieron en hombres y 48% (72,094) en mujeres. Del total de fallecimientos 98%
(144,513) fueron por diabetes no insulinodependiente y de otro tipo y solo el 2% (3, 506) por
diabetes insulinodependiente. La tasa de mortalidad por diabetes muestra una tendencia al alza
70
PSIDIAL: Psicología y Diálogo de Saberes
e-ISSN: 2806-5972
https://revistas.utm.edu.ec/index.php/psicologia
Vol. 2 Núm. 2 Julio Diciembre de 2023
revista.psidial@utm.edu.ec
Universidad Técnica de Manabí
DOI: https://doi.org/10.33936/psidial.v2i2.6031
lo que demuestra el creciente impacto de la diabetes en la sociedad. Si bien las tasas de
mortalidad fluctuaban antes del 2020 (2011-2020) alrededor de 8% por cada 10 mil habitantes,
ésta aumentó a 11.95 % en el 2020.
De acuerdo con el Proyecto de Norma Oficial Mexicana PROY-NOM-015-SSA2-2018, Para
la prevención, detección, diagnóstico, tratamiento y control de la Diabetes Mellitus (DOF,
2018), los factores de riesgo que se relacionan con la diabetes, son el sobrepeso, la obesidad,
el sedentarismo, la hipertensión arterial y tabaquismo; todos ellos, están relacionados con el
estilo de vida, pero también es un factor, el tener un familiar directo con diabetes.
Si bien la Federación Mexicana de Diabetes brinda educación y orientación para mejorar la
calidad de vida de las personas con diabetes, a través de un plan de alimentación, actividad
física, medición de la glucosa, adherencia al tratamiento y asumir una actitud positiva, no
consideran la importancia de las creencias y percepciones en función a la susceptibilidad y
severidad de la enfermedad y de los beneficios y barreras de las conductas disponibles para
superar la enfermedad. Este conjunto de creencias de salud produce cierto grado de preparación
psicológica para actuar ante un problema de salud.
Los factores de riesgos socioculturales o ambientales son diversos y complejos porque
involucran la interacción de procesos económicos, sociales, políticos, ambientales y culturales
(DOF, 2018; Granda et al., 2018; Raymond, J. y K. Morrow). Entre los principales factores de
riesgos socioculturales o ambientales destacan la inseguridad alimentaria, la falta de acceso a
la disponibilidad y compra de alimentos saludables, las creencias y diversos aspectos de la
cultura alimentaria que origina patrones y hábitos de alimentación no saludables, la ausencia
de espacios públicos para realizar actividades recreativas, la falta de costumbre para practicar
actividad física, ejercicio o deporte por lo que se originan hábitos de actividad física no
saludables. El estudio de la conjugación de todos los factores de riesgo ha llevado a identificar
diversos elementos comportamentales modificables, como son el consumo de tabaco, la
inactividad física, la dieta poco saludable y el consumo nocivo de alcohol, que son de suma
importancia para prevenir y reducir la prevalencia de la diabetes mellitus (OMS, 2022).
El estudio de la diabetes mellitus ha llevado a clasificarla como una enfermedad compleja
porque implica analizar un proceso de enfermedad biológico y también social para su control
y reducir su evolución ya que el daño constante a órganos y sistemas del cuerpo evita que esta
enfermedad tenga una curación total. La evolución de la diabetes mellitus afecta en mayor
medida a las personas mayores porque los cambios progresivos de esta enfermedad se conjugan
con los cambios progresivos de las enfermedades propias de la edad (INGER, 2021).
El conjunto de transformaciones metabólicas, biológicas y psicológicas de la evolución de la
diabetes mellitus y la falta de control de sus comorbilidades asociadas inciden en el ámbito
social de las personas mayores porque disminuyen su interés por las relaciones familiares y
laborales ocasionando que sean más propensos al aislamiento y exclusión en la participación
de las actividades sociales tanto a nivel familiar como a nivel de la comunidad (INGER, 2021).
Sin embargo, una identidad social positiva de la diabetes mellitus representa adoptar un estilo
de vida saludable a través de la transformación de los hábitos no saludables establecidos en la
vida cotidiana para evitar el desarrollo de comorbilidades asociadas a esta enfermedad. Para
Portilla y colaboradores (1991), las reacciones sociales surgen porque las enfermedades
influyen en la identidad social de la persona en función a los sistemas de apoyo social, es decir,
Cuevas B. y Cabello M., et al. Creencias sobre el origen de la diabetes mellitus en mujeres adultas mayores.
71
relaciones sociales que proveen apoyo material o espiritual y contribuye a una identidad social
positiva de la enfermedad.
Mantener la salud mientras la persona mayor vive la evolución de diabetes mellitus requiere la
transformación de los comportamientos, conductas y hábitos no saludables en función a nuevas
necesidades de salud. La construcción de un nuevo sistema de necesidades implica examinar
la interacción de un conjunto de aspectos subjetivos como emociones, sentimientos,
percepciones, creencias y motivaciones (Rodríguez-Cruz y Rodríguez-Hernández, 2020). Las
emociones son la respuesta neurofisiológica, conductual y cognitiva del cuerpo a una situación
concreta favorable o desfavorable. Las emociones no se piensan ni se controlan. Al momento
que se toma conciencia de las respuestas del cuerpo ante una situación concreta las emociones
se transforman en sentimientos convirtiéndose así en un componente de las emociones
(Fernández y Cabello, 2021).
Las creencias, conocimientos y actitudes sobre el mundo externo o interno (memoria) son
indispensables para valorar una situación concreta a través de la emoción porque esta última
influye en el modo en que se percibe dicha situación, por lo cual esta valoración está sujeta a
sensaciones y percepciones de experiencias anteriores y a situaciones concretas consiguiendo
que cada persona perciba una emoción de manera singular (Mora, 2012).
La construcción de un nuevo sistema de necesidades además requiere identificar una situación
concreta especial, en donde no se produce una rutina ni una sensación de monotonía por ser
imprevisible, inesperada e irrepetible, porque a través de esta situación especial se activan los
mecanismos reflexivos y conscientes de la acción para satisfacer las nuevas necesidades y
mantener un equilibrio personal, social y cultural (Rodríguez-Cruz y Rodríguez-Hernández,
2020).
En la situación especial del ser diagnosticado con una enfermedad crónica los mecanismos
reflexivos y conscientes de la acción permiten integrar a la vida cotidiana las nuevas
necesidades de salud, sin embargo, la evolución continua de este tipo de enfermedades enfrenta
a la persona a una construcción constante de nuevas necesidades para mantener la salud y
reducir los riesgos de la enfermedad. Entre los mecanismos reflexivos y conscientes de la
acción destacan las creencias de salud y la motivación que es un proceso psicológico que dirige
la conducta y explica con mayor precisión, en comparación con un factor biológico o social,
las necesidades de salud; por lo cual toman un papel relevante en la conducta protectora de la
salud y preventiva de la enfermedad (Fernández-Ballesteros, 2004).
Entre los modelos teóricos que han surgido para analizar los vínculos entre las creencias de
salud y los comportamientos de salud se encuentra el Modelo de Creencias de Salud (HBM,
por sus siglas en inglés) (Champion y Sugg, 2008). En este modelo las creencias de salud se
conceptualizan como las relaciones existentes entre las conductas que se originan socialmente
y las conductas de salud o de riesgo y debido a ello se identifican las relaciones existentes entre
las valoraciones internas de la persona y las situaciones ambientales que causan el
comportamiento de salud. Asimismo, se refiere que la conducta de salud obedece al deseo de
evitar la enfermedad (o recuperar la salud si se está enfermo) y a la creencia de que una
conducta de salud específica puede prevenir la enfermedad (o aumentar la probabilidad de
recuperar la salud) y que es necesario un curso de acción específico para desencadenar la
conducta de salud.
72
PSIDIAL: Psicología y Diálogo de Saberes
e-ISSN: 2806-5972
https://revistas.utm.edu.ec/index.php/psicologia
Vol. 2 Núm. 2 Julio Diciembre de 2023
revista.psidial@utm.edu.ec
Universidad Técnica de Manabí
DOI: https://doi.org/10.33936/psidial.v2i2.6031
El Modelo de Creencias en Salud proporciona un análisis interior del costo-beneficio de un
curso de acción seleccionado para evitar la enfermedad o recuperar la salud a través de diversos
grados de acción en la persona (Champion y Sugg, 2008; Moreno y Gil, 2003). Se determina
que, si la disposición para actuar es alta y las barreras de las conductas disponibles se perciben
como débiles, se llevará a cabo una conducta de salud preventiva o protectora y también se
determina que si la disposición para actuar es débil y las barreras de las conductas disponibles
se perciben como fuertes no se llevará a cabo una conducta de salud preventiva o protectora.
Habría que decir también que si la disposición para actuar es alta y las barreras de las conductas
disponibles se perciben como fuertes, surgirá un conflicto de compleja resolución,
particularmente si no se cuenta con cursos de acción alternativos para adoptar una conducta de
salud preventiva o protectora. En esta última situación el problema de salud no se analiza de
forma objetiva ocasionando que la persona tienda a desarrollar un alejamiento psicológico de
su condición de salud, por lo cual se adopta una conducta que no soluciona el problema de
salud o que incluso produzca una crisis de ansiedad que evitará seleccionar un curso de acción
adecuado para mantener o recuperar la salud (Moreno y Gil, 2003).
El analizar las creencias de salud sobre el origen de la diabetes mellitus permite examinar las
relaciones existentes entre las conductas que se originan socialmente y los factores de riesgo
hereditarios, biológicos y socioculturales o ambientales de esta enfermedad y las conductas de
salud o riesgo de la persona que padece la enfermedad y también generar conocimiento sobre
los cursos de acción disponibles para iniciar el tratamiento integral de esta enfermedad crónica.
De acuerdo a lo expuesto anteriormente, este trabajo tiene como objetivo conocer cómo las
creencias individuales y la acción de las mujeres adultas mayores en el tratamiento médico
integral de la diabetes mellitus puede contribuir para estudiar los cambios en los
comportamientos de salud preventivos y protectores que puedan generan cursos de acción para
su tratamiento.
Método
El diseño metodológico del trabajo tiene un enfoque cualitativo, descriptivo, exploratorio, no
experimental y transversal empleando como marco de análisis el modelo de las creencias de
salud que se fundamenta en la fenomenología hermenéutica con el objetivo de analizar cómo
las creencias sobre el origen de la diabetes mellitus, es decir las creencias sobre los factores de
riesgo generan cursos de acción para su tratamiento en un grupo de mujeres adultas mayores
para analizar esta problemática social desde un enfoque subjetivo poco explorado en este grupo
de edad.
La muestra fue seleccionada por muestreo intencional y estuvo compuesta por mujeres adultas
mayores que vivían con el diagnóstico de diabetes mellitus y que cumplieron los siguientes
criterios de inclusión: tener más de 60 años de edad por pertenecer al grupo de edad que ha
registrado un mayor diagnóstico de esta enfermedad, pertenecer al género femenino, practicar
en mayor medida el autocuidado de la salud y vivir un envejecimiento habitual en donde se
vive con una o más enfermedades crónico-degenerativas sin llegar a la dependencia. Los
criterios de exclusión fueron: tener menos de 60 años, aunque vivieran con el diagnóstico de
esa enfermedad y no contar con seguridad social.
Cuevas B. y Cabello M., et al. Creencias sobre el origen de la diabetes mellitus en mujeres adultas mayores.
73
La muestra final fue constituida por doce mujeres adultas mayores que vivían en la zona urbana
del Área Metropolitana de Monterrey, Nuevo León, México, con promedio de edad de 64.5
años y con escolaridad promedio de 11 años de estudio. El 41.7% de la muestra era casada (5
mujeres), el 33.3% (4 mujeres) soltera, el 16.6% (2 mujeres) viuda y 8.33% (1 mujer)
divorciada. El 50 % de la muestra se dedicaba al hogar (6 mujeres), el 33.3% seguía trabajando
(4 mujeres) y el 16.6% eran jubiladas (2 mujeres). Todas ellas tenían entre 61 y 75 años de
edad.
Las técnicas de recolección de datos empleadas fueron la observación no participante que
facilitó identificar situaciones concretas en relación con los estilos de vida y hábitos de salud
para crear una guía de observaciones posteriores, la entrevista a profundidad que integró
preguntas semi-estructuradas respecto a los conocimientos adquiridos sobre el tratamiento de
la diabetes mellitus y el diario de campo, permitieron analizar con mayor detalle los discursos
de las mujeres adultas mayores.
Se tuvo contacto con los participantes del estudio a través de un informante clave que tenía
contacto con un grupo de mujeres que trabajaba como personal de salud donde atendían a
mujeres adultas mayores, a través de llamadas telefónicas se agendaron las fechas para realizar
las entrevistas, logrando más contactos con la técnica de bola de nieve.
Durante la fase de contacto inicial se validó la información relacionada a los criterios de
inclusión establecidos en la muestra de estudio. La fase de la prueba piloto tuvo como objetivo
probar los instrumentos de recolección de la información, principalmente la guía de la
entrevista semiestructurada. Con esta finalidad se realizaron cinco entrevistas a las mujeres
adultas mayores que habían aceptado participar en el estudio durante la fase de contacto inicial.
Durante estas entrevistas se observaba el espacio vital de la mujer adulta mayor y se anotó en
el diario de campo, notas descriptivas para su posterior análisis.
Entre los temas de la guía de entrevista que se actualizaron posterior a la aplicación de una
prueba piloto, destacan la integración de los factores de riesgo de las enfermedades crónico-
degenerativas de riesgo coronario en las etapas previas de la vida de las mujeres adultas
mayores. Durante esta fase también se identificó el material necesario para el registro de la
información (fotografías, ejemplos de dietas, entre otras); también se registraron en el diario
de campo notas descriptivas y se tomaron fotografías sobre los medicamentos y alimentos
consumidos y los espacios recreativos y de actividad física cercanos a los hogares de las
mujeres adultas mayores. La fase de recolección de datos concluyó cuando la información
proporcionada por las mujeres adultas mayores llegó a un nivel de saturación teórica (Ardila y
Rueda, 2013).
La información recabada proporcionó evidencia empírica sobre el objeto de estudio. Estos
hallazgos fueron procesados para originar datos de análisis que llevaría a la comprensión del
fenómeno de estudio. El tratamiento de la información se realizó seleccionando, simplificando
y transformando la información recolectada y por medio del análisis del discurso se examinaron
las experiencias narradas por las mujeres adultas mayores.
Este proceso llevó a identificar diversas unidades de análisis a las que se les asignó un código
que permitió identificar, reunir y clasificar la información obtenida y elaborar un sistema de
74
PSIDIAL: Psicología y Diálogo de Saberes
e-ISSN: 2806-5972
https://revistas.utm.edu.ec/index.php/psicologia
Vol. 2 Núm. 2 Julio Diciembre de 2023
revista.psidial@utm.edu.ec
Universidad Técnica de Manabí
DOI: https://doi.org/10.33936/psidial.v2i2.6031
categorías en el que se agruparon los discursos. Las categorías emergentes se organizaron en
función a las creencias sobre los factores que originaron la diabetes mellitus y los cursos de
acción disponibles para iniciar el tratamiento de esta enfermedad crónica.
El rigor científico del presente estudio se consiguió a través de la comparación de las
transcripciones textuales de las entrevistas con diversos medios técnicos como grabaciones de
audio de las entrevistas, las fotografías de los hogares y las fotografías del espacio geográfico
en donde estaban ubicados estos hogares por lo cual se describieron las características de los
informantes y se relacionó con el contexto sico, interpersonal y social. La validez del estudio
se llea cabo a través de un proceso de triangulación de datos, teórica y de investigadores por
medio de la observación participante, la guía de entrevista semiestructurada y el diario de
campo (Salgado, 2007).
Para asegurar la confidencialidad en el estudio se aplicó un formato de consentimiento
informado, que se firmó antes de iniciar el trabajo de campo, a todas las mujeres adultas
mayores que participaron en este estudio y con el propósito de garantizar el anonimato de las
mujeres se cambiaron sus nombres (Hérnandez y Mancilla, 2021).
Las categorías que se analizaron corresponden a los principales factores de riesgo de la diabetes
mellitus, particularmente a los denominados factores de riesgos socio-culturales o ambientales
o modificadores y a los denominados factores de riesgo hereditarios y biológicos. De acuerdo
con la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2022) las enfermedades crónico-degenerativas
o no transmisibles obedecen a cuatro factores de riesgo comportamentales que reflejan los
factores modificadores socioeconómicos que las originan: el consumo de dietas no saludables,
el consumo de tabaco, la inactividad física y el uso nocivo del alcohol. Entre estos factores de
riesgo se examinaron las creencias de las mujeres respecto al sobrepeso u obesidad y el
tabaquismo. En relación con los factores de riesgo hereditarios y biológicos, que no son
modificables, se examinaron las creencias sobre la predisposición genética y el haber tenido a
un hijo con macrosomía fetal (recién nacido no prematuro con un peso igual o mayor a 4
kilogramos), respectivamente.
Resultados
Los hallazgos encontrados sobre las creencias de salud correspondieron a los principales
factores de riesgo de la diabetes mellitus. Estas creencias de salud se agruparon en 4 categorías:
sobrepeso u obesidad (experimentado desde etapas tempranas de la vida), tabaquismo
(tabaquismo pasivo y tabaquismo activo), predisposición genética (familiar de primer grado) e
hijo con macrosomía fetal (último embarazo). El análisis de los diversos elementos subjetivos
y valoraciones internas inmersas en las creencias de salud (susceptibilidad percibida, severidad
percibida, beneficios percibidos, barreras percibidas, autoeficacia percibida), respecto a los
principales factores de riesgo de la diabetes mellitus, permitió comprender la configuración del
curso de acción de las mujeres adultas mayores en los aspectos farmacológicos, alimentarios y
de actividad física para el control de la diabetes mellitus (Cuadro No. 1).
Cuevas B. y Cabello M., et al. Creencias sobre el origen de la diabetes mellitus en mujeres adultas mayores.
75
Cuadro No. 1. Creencias individuales sobre el origen de la diabetes mellitus y curso de acción
Fuente: Elaboración propia
Entre los diversos elementos subjetivos y valoraciones internas inmersas en las creencias de
salud destacan la susceptibilidad percibida, la severidad percibida, los beneficios percibidos,
las barreras percibidas, la autoeficacia percibida y las claves para la acción (Champion y Sugg,
2008; Moreno y Gil, 2003). La susceptibilidad percibida se conceptualiza como la percepción
de la vulnerabilidad a enfermar y se asocia a la percepción subjetiva del riesgo de contraer una
enfermedad, por lo cual la persona puede negar la probabilidad de enfermar o aceptar la alta
probabilidad de enfermar. Mientras que la severidad percibida se conceptualiza como la
percepción que la persona tiene respecto a la gravedad de su enfermedad para solicitar atención
y cuidado (Moreno y Gil, 2003). El análisis conjunto de la susceptibilidad y la severidad
percibidas da como resultado el análisis de la amenaza percibida que proporciona la fuerza para
prevenir, detectar o tratar la enfermedad (Champion y Sugg, 2008). Los beneficios percibidos
se conceptualizan como la efectividad de los cursos de acción para prevenir la enfermedad o
recuperar la salud y se refiere que son los más importantes para generar una conducta de salud
preventiva o protectora, porque se rigen bajo una serie de normas sociales y por la influencia
del grupo social a la que pertenece la persona (Moreno y Gil, 2003).
Las barreras percibidas se conceptualizan como los potenciales aspectos negativos de un curso
de acción específico resultando una dimensión compleja porque intervienen diversos aspectos
ajenos a la persona, por lo cual ésta puede percibir los beneficios de un comportamiento
específico, pero el curso de acción puede ser costoso, doloroso o inaccesible ocasionando que
no se genere una conducta de salud preventiva o protectora. Las claves para la acción se
conceptualizan como los aspectos que contribuyen a generar un curso de acción y pueden ser
internas (síntomas físicos o percepciones corporales) o externas (servicios de salud, medios de
comunicación, consejos de familiares, amigos o compañeros de trabajo). Se refiere que la
intensidad de las claves de acción, para generar un curso de acción específico, depende de la
susceptibilidad y la severidad percibida (Moreno y Gil, 2003). La autoeficacia se conceptualiza
como la confianza que la persona tiene de mismo para generar una conducta de salud
específica y contribuye a que se consigan o no los objetivos de salud (Champion y Sugg, 2008).
Respecto a la categoría “sobrepeso u obesidad” como factor modificador socioeconómico,
María declaró: Sí (sobrepeso en la infancia), pero eso era de voluntad propia (llevar a cabo un
76
PSIDIAL: Psicología y Diálogo de Saberes
e-ISSN: 2806-5972
https://revistas.utm.edu.ec/index.php/psicologia
Vol. 2 Núm. 2 Julio Diciembre de 2023
revista.psidial@utm.edu.ec
Universidad Técnica de Manabí
DOI: https://doi.org/10.33936/psidial.v2i2.6031
curso de acción), la familia no se encargaba de eso”. A través de este discurso se identificó la
susceptibilidad percibida ante este factor de riesgo, aunque con una baja severidad debido al
interés familiar por dicha enfermedad y también la barrera percibida en el entorno familiar, por
lo cual María percibió una falta de autoeficacia personal para adoptar una conducta de salud
protectora. Al respecto, Imelda expresó: “Pues…realmente no es que fuera algo cotidiano
hablar de eso…. no era un tema muy común… la sana alimentación en esos tiempos…”. Sobre
el discurso de Imelda se identificó la falta de clave para la acción en relación a la sana
alimentación desde ámbitos familiares y comunitarios, por lo cual se percibió una barrera para
adoptar una conducta de salud preventiva y protectora ante los factores modificadores
socioeconómicos.
Una vez que se diagnosticó la diabetes mellitus los cursos de acción específicos que se
adoptaron en menor medida fueron aquellos en los que se percibieron s barreras. Entre ellos
destacó el consumo de una alimentación saludable debido a la falta de orientación alimentaria
y así lo refirió María: “No,….. solo dijo (el médico) que debía disminuir la sal…... [
]...solamente me dijo (el médico) que debería de agarrar las cosas con s calma”. El otro
curso de acción que no se adoptó fue la práctica de actividad física por percibirse la barrera de
la edad y la falta de autoeficacia y así lo expresó Imelda: No, (a la práctica de actividad física)
¿Ya a mi edad?.....yo (antes) era el sustento de los de mi casa en gran parte, por lo que nunca
tuve tiempo para hacer algo que no fuera trabajar”. Por consecuencia, el principal curso de
acción adoptado por todas las mujeres fue el consumo de medicamento para el tratamiento
médico de la diabetes mellitus por percibirse menos barreras para adoptar esta conducta
protectora de salud.
En relación con la categoría “tabaquismo” como factor modificador socioeconómico María
mencionó: “Sí, mi madre fumaba, aproximadamente 6 cigarros diarios…para disminuir el
estrés…nomás por eso”. Es así como se identificó la susceptibilidad a padecer una enfermedad
crónico-degenerativa, aunque no se percibió la severidad de la misma porque se percibieron
barreras que mantuvieron la creencia de que los cigarros ayudaban a disminuir el estrés de la
vida cotidiana, observándose también la falta de clave para la acción en el ámbito familiar para
adoptar una conducta de salud preventiva y protectora para eliminar la práctica del tabaquismo
pasivo y tabaquismo activo. Cuando se diagnosticó la diabetes mellitus el curso de acción
específico del que se percibió una menor barrera fue el consumo de medicamentos para
controlar la enfermedad y así lo expresó María: el doctor me dijo que tengo que mantenerme
más relajada, seguir trabajando y tomando el medicamento”, por lo cual mantuvo la práctica
del tabaquismo activo.
Por lo que se refiere a la categoría de “predisposición genética” como factor de riesgo de la
diabetes mellitus Inés manifestó: “Sí, mi padre la padecía, pero él desde joven”. Es así que se
percibió la susceptibilidad de la diabetes mellitus, aunque la baja severidad de la misma estuvo
sujeta a la creencia de la edad del diagnóstico, por lo cual se percibió una barrera para realizar
el diagnostico oportuno de la enfermedad y para adoptar una conducta de salud preventiva.
Mientras tanto, Magda refirió: “Sí (yo consumo de medicamentos), pero (mi padre) no se
cuidó…. lo llevaban al médico, le recordaban los horarios de sus medicamentos…pero no (no
se cuidó)”. Por consecuencia, se identificó la susceptibilidad de diabetes mellitus, aunque la
baja severidad de la misma estuvo en función a la creencia del interés por el control de la
enfermedad desde la infancia. Derivado del diagnóstico de la diabetes mellitus en su etapa
adulta el curso de acción adoptado por Magda fue el consumo de medicamentos por percibir
Cuevas B. y Cabello M., et al. Creencias sobre el origen de la diabetes mellitus en mujeres adultas mayores.
77
menos barreras y una mayor autoeficacia en este curso de acción y así lo mencionó: “Sí, (el
médico me dijo) que debo seguirlos (consumirlos) para que la glucosa en sangre baje….para
no sentirme cansada o decaída”.
En cuanto a la categoría “hijo con macrosomía fetal como factor de riesgo de la diabetes
mellitus” Maribel explicó: Mi embarazo, en el último, ahí fue cuando me dio la diabetes.
Cuando tenía como siete meses de embarazo y me sentía más cansada de lo normal que, con
mis dos embarazos anteriores, gracias a Dios el doctor se dio cuenta, me dijo que era eso
(diabetes mellitus), que a lo mejor se me quitaba, pero no, no se me quitó, después yo seguí
con esta enfermedad…tenía la esperanza que después de que naciera mi hijo se me quitara,
porque me decían que era una enfermedad muy fea, pero no, no se quitó”. De esta manera, se
percibió la susceptibilidad de padecer esta enfermedad crónico-degenerativa, aunque la baja
severidad de la misma se relacionó a la creencia de que el incremento de la glucosa sanguínea
podría ser temporal. Por consecuencia, se percibió una barrera y una baja autoeficacia para
adoptar una conducta de salud preventiva durante la etapa de embarazo en función conservar
la salud del hijo en etapa de gestación. Cuando se concluyó el embarazo y se diagnosticó la
diabetes mellitus de forma permanente el curso de acción adoptado por Maribel fue el consumo
de medicamentos y así lo mencionó: “No me fue difícil comenzar (el tratamiento con
medicamentos)… mi hijo estaba chiquito, recién nacido, y yo sabía que necesitaba a su mamá,
sino ¿quién me lo iba a cuidar?….[ ]..sí, me dijo (el doctor) que tenía que tomar mis
medicamentos aunque no me sintiera mal….por eso yo pienso que son los medicamentos (que
controlan la enfermedad)”.
Discusión
Diversos estudios han detectado que el sobrepeso y la obesidad son estados nutricionales
asociados a la diabetes mellitus, especialmente si estos estados nutricionales se presentan en
etapas tempranas de la vida porque tienden a persistir hasta la etapa adulta o la vejez haciendo
que la persona sea más susceptible a desarrollar diabetes mellitus ya sea en la etapa de juventud
o en la etapa adulta (DOF, 2018; Raymond, J. y K. Morrow). Al respecto, todas las mujeres
que mencionaron haber vivido sobrepeso u obesidad, ya sea en su niñez o en su etapa adulta,
percibieron la susceptibilidad de padecer diabetes mellitus en algún momento de la vida; sin
embargo, las mujeres no percibieron la severidad (gravedad) de la enfermedad por una
creencia: el interés familiar por dicha enfermedad.
Las mujeres percibieron que una enfermedad no era tan grave cuando no existía una integración
de todos los miembros de la familia para tratar dicha enfermedad de manera que la falta de
interés familiar para prevenir la diabetes mellitus se percibió como una barrera que evitó
percibir los beneficios de las conductas de salud preventivas evitar la diabetes mellitus en el
conjunto familiar. Es así que esta creencia confirmó lo mencionado por Moreno y Gil (2003)
que refieren que percibir la susceptibilidad de la enfermedad y percibir una baja severidad de
la misma se asocia a una disposición débil para prevenir la enfermedad. Al momento que se
realizó el diagnóstico de la diabetes mellitus el curso de acción que llevaron a cabo todas las
mujeres fue el consumo de medicamento para controlar la enfermedad.
78
PSIDIAL: Psicología y Diálogo de Saberes
e-ISSN: 2806-5972
https://revistas.utm.edu.ec/index.php/psicologia
Vol. 2 Núm. 2 Julio Diciembre de 2023
revista.psidial@utm.edu.ec
Universidad Técnica de Manabí
DOI: https://doi.org/10.33936/psidial.v2i2.6031
La conducta de salud protectora del consumo de una alimentación saludable se registró en
menor medida, así como también la práctica de actividad física. Estos hallazgos se relacionan
a lo encontrado por Lazo y Durán (2019) quienes refieren que en la mayoría de los casos el
consumo de una alimentación saludable y la práctica de actividad física se percibe como un
apoyo y no como una de las principales estrategias del tratamiento integral para el control de
la diabetes mellitus.
La práctica del tabaquismo activo y pasivo tomó relevancia como problemática social cuando
diversos estudios señalaron que el consumo de tabaco se asociaba al desarrollo de
enfermedades cardiovasculares y también de diabetes mellitus porque se detectó que el tabaco
disminuye la sensibilidad de los receptores de la insulina, generándose así una resistencia a la
glucosa (Lugones, 2006). Al respecto, una mujer adulta mayor percibió la susceptibilidad a
desarrollar una enfermedad crónica por experimentar el tabaquismo pasivo desde la niñez y
practicar el tabaquismo activo desde la adolescencia; sin embargo, no percibió la severidad de
desarrollar una enfermedad crónica porque el tabaquismo se asoció a una creencia: “los
cigarros ayudaban a disminuir el estrés de la vida cotidiana”. Es preciso señalar que cuando la
mujer vivió su etapa de infancia (finales de la década de los años 50 del siglo pasado), al tabaco
se le atribuían posibles efectos terapéuticos y, por consiguiente, la severidad de desarrollar
diabetes mellitus se minimizó. Se refiere que la identidad social del tabaquismo de esa época
estuvo influenciada por el proceso de industrialización, por lo cual la industria tabacalera
generó diversas estrategias que otorgaban un valor agregado al tabaco, así por ejemplo, que su
consumo traía beneficios para la salud por ser un relajante natural (Lanas y Serón, 2012).
Como resultado, esta creencia sobre el consumo del tabaco generó una barrera que ocasionó
que la mujer adulta mayor mantuviera la práctica del tabaquismo a través de los años
considerándose que no era necesaria la adopción de conductas de salud preventivas como la
detección temprana de enfermedades cardiovasculares incluyendo la diabetes mellitus. Esta
experiencia de vida mostró que la susceptibilidad de padecer una enfermedad crónica, se
percibe cuando se practica el tabaquismo; no obstante, la severidad de desarrollar estas
enfermedades estuvo sujeta a la creencia de que los cigarros ayudaban a disminuir el estrés de
la vida cotidiana.
Asimismo, la baja severidad de desarrollar diabetes mellitus se asoció a sentimientos que
reflejaron negación a la enfermedad y sobre todo dependencia al tabaco para evitar
experimentar ansiedad, insomnio y nerviosismo por dejar de fumar. Por consiguiente, los
primeros síntomas de la diabetes mellitus no lograron que la mujer adulta mayor generará un
curso de acción para detectar a tiempo la enfermedad (Champion y Sugg, 2008). Así mismo es
interesante comentar que una vez que se realizó el diagnóstico de la diabetes mellitus la
principal conducta de salud protectora fue el consumo de medicamentos sin modificar la
práctica del consumo de tabaco.
El principal factor de riesgo hereditario para desarrollar diabetes mellitus es la predisposición
genética y se detecta en la consulta clínica cuando una persona refiere que un familiar de primer
grado, esto es, un padre, hermano o hijo, ha sido diagnosticado con esta enfermedad (DOF,
2018; Raymond, J. y K. Morrow). Al respecto, las mujeres que mencionaron que sus
respectivos padres habían sido diagnosticados con diabetes mellitus cuando ellas vivían su
etapa de niñez percibieron la susceptibilidad a desarrollar la enfermedad en algún momento de
su vida. Sin embargo, las mujeres percibieron una baja severidad de la diabetes mellitus con
Cuevas B. y Cabello M., et al. Creencias sobre el origen de la diabetes mellitus en mujeres adultas mayores.
79
respecto a sus respectivos padres porque la severidad de esta se asoció a dos creencias: la edad
del diagnóstico y el interés por el control de la enfermedad.
Respecto a la primera creencia relacionada con la edad en que se realizó el diagnóstico, se
consideró que la diabetes mellitus tenía una mayor severidad cuando los síntomas se
manifiestan en etapas tempranas de la vida. Esta creencia ocasionó que las mujeres no
percibieran los beneficios de una detección temprana de la diabetes mellitus en el conjunto
familiar, por lo cual no se llevó a cabo un curso de acción para prevenir la enfermedad.
En cuanto a la creencia del interés por el control de la enfermedad, las mujeres percibieron que
la diabetes mellitus tenía una mayor severidad cuando no existía un control de la enfermedad,
es así que esta creencia ocasionó que se percibieran los beneficios de la adherencia al
tratamiento; sin embargo, también ocasionó una barrera para la detección temprana de la
enfermedad cuando se presentaron los primeros síntomas por considerar que esta enfermedad
genética se iba a manifestar en algún momento de la vida.
Estas experiencias de vida mostraron que la susceptibilidad de padecer diabetes mellitus se
percibe cuando un familiar cercano padece la enfermedad; no obstante, la severidad de la
enfermedad está sujeta a diferentes creencias como la edad del diagnóstico o el interés por el
control de la enfermedad. Asimismo, la percepción de una baja severidad de la diabetes mellitus
se asoció a sentimientos que evidenciaron el rechazo a la enfermedad y la negación a la
detección temprana. Estos hallazgos se relacionan a lo encontrado por López et al. (2021) que
indican que el rechazo a una enfermedad se refleja en la respuesta no activa ante un problema
de salud. De este modo, la presencia de los primeros síntomas de la diabetes mellitus no
lograron proporcionar a las mujeres la fuerza suficiente para generar un curso de acción para
detectar la enfermedad de manera oportuna (Champion y Sugg, 2008).
Cuando se diagnosticó la diabetes mellitus el principal curso de acción que realizaron las
mujeres entrevistadas fue el consumo de medicamentos por percibir que los mismos controlan
mejor la enfermedad. Estos hallazgos confirman lo mencionado por Peralta (2006) que refiere
que el personal de salud destina una mayor cantidad de tiempo en proporcionar conocimientos
y aprendizajes sobre el consumo de medicamentos para controlar la diabetes mellitus y debido
a ello se percibe una mayor confianza en esta estrategia de salud.
Diversos estudios han detectado que el género femenino tiene un mayor riesgo de padecer
diabetes mellitus debido al factor de riesgo biológico, particularmente las mujeres que tuvieron
un hijo con el diagnóstico de macrosomía fetal porque esta condición se asocia a la diabetes
mellitus gestacional (DOF, 2018). En este tipo de diabetes existe un incremento temporal de
los niveles de glucosa sanguínea durante los últimos meses de embarazo, por lo que se espera
que una vez que se concluya el embarazo la glucosa sanguínea vuelva a la normalidad. Sin
embargo, se refiere que la mujer que ha vivido la diabetes mellitus gestacional tiene más
probabilidad de desarrollar diabetes mellitus de manera permanente. Al respecto, las mujeres
que vivieron la diabetes mellitus gestacional percibieron la susceptibilidad de padecer diabetes
mellitus de manera permanente, aunque percibieron una baja severidad de la enfermedad
debido a una creencia: el incremento de la glucosa sanguínea podría ser temporal.
Esta creencia propició que los procesos de reflexión se dirigieran a reprimir los sentimientos
negativos (tristeza, obsesión, angustia y soledad) y negar la enfermedad durante un tiempo por
la responsabilidad emocional de cuidar a un nuevo miembro de la familia que requería más
80
PSIDIAL: Psicología y Diálogo de Saberes
e-ISSN: 2806-5972
https://revistas.utm.edu.ec/index.php/psicologia
Vol. 2 Núm. 2 Julio Diciembre de 2023
revista.psidial@utm.edu.ec
Universidad Técnica de Manabí
DOI: https://doi.org/10.33936/psidial.v2i2.6031
atención y cuidado. Estos hallazgos confirman lo mencionado por Valverde y Pérez (2020) que
refieren que es frecuente la evasión de emociones, principalmente, las negativas cuando se vive
un proceso de enfermedad crónico. Asimismo, esta creencia ocasionó una barrera para adoptar
conductas de salud preventivas en el aspecto alimentario y de actividad física durante el
embarazo. Estas experiencias de vida mostraron la complejidad de padecer diabetes mellitus
cuando se vive un período de gestación por los cambios biológicos y hormonales que
experimentan las mujeres en esta etapa de la vida. Una vez que concluyó el embarazo y se
realizó el diagnóstico de la diabetes mellitus la conducta de salud protectora que se adoptó fue
el consumo de medicamentos confirmándose así lo señalado por Peralta (2006) respecto a la
percepción de confianza en esta estrategia de salud para controlar la enfermedad.
Conclusiones
Los resultados de este trabajo intentaron explicar la conducta de salud de las participantes que
padecen de diabetes mellitus, a través de las dimensiones del modelo de Creencias de Salud,
uno de los marcos teóricos más utilizados para explicar los comportamientos de salud, a fin de
generar procesos preventivos. Se subraya la susceptibilidad percibida, como una importante
dimensión que debe ser considerada por los profesionales de la salud, que atienden esta
enfermedad, desde el o la que niega la posibilidad de enfermarse, el o la que admite la
posibilidad de que ocurra, hasta quien está convencido de estar en peligro al contraer la
enfermedad. Pero la otra dimensión aún más importante y a la que debemos poner atención el
personal de psicología, es la severidad percibida; ya que las creencias sobre la gravedad de
contraer esta enfermedad que tantas muertes ocasiona cada año, puede contemplar además de
las consecuencias sociales que merman las relaciones sociales, familiares o la capacidad para
laborar; las consecuencias clínicas como la muerte, el dolor o la incapacidad, tal como lo
evidencian las participantes de esta investigación, el curso de acción que va guiar el proceso
de la enfermedad estará conformada por esas barreras de percepción o creencias relacionadas
con la alimentación o el ejercicio por ejemplo y que deben ser tomadas en cuenta al iniciar un
proceso de cambio de conducta, a manera de que exista correspondencia entre esas creencias y
las acciones, pero además buscar los determinantes del contexto en el que esas creencias se
generan.
La psicología es una disciplina que puede aportar soluciones en el campo de la salud y
particularmente en el control de la diabetes mellitus. Las aportaciones del Modelo de Creencias
en Salud constituyen un marco conceptual que permite considerar sus elementos para diseñar
estrategias que pueden ser utilizadas para su prevención y tratamiento, a través de una
participación multidisciplinaria con el fin de disminuir los altos índices de mortalidad derivada
de esta enfermedad en nuestro país.
Reiteramos la importancia de reconocer las creencias y percepciones que los pacientes, en
especial los adultos mayores tienen respecto a este padecimiento sobre todo en la adherencia a
la dieta, el ejercicio, el autocuidado y autoeficacia de su condición.
Cuevas B. y Cabello M., et al. Creencias sobre el origen de la diabetes mellitus en mujeres adultas mayores.
81
Conflictos de interés: Los autores declaran no tener conflictos de interés.
Referencias bibliográficas
Arcos, M. y K. Peña (2019). Representaciones sociales de la diabetes mellitus tipo 2 en
pacientes de Cuautla, México. Pensamiento Psicológico. 17 (2)
DOI: https://doi.org/10.11144/Javerianacali.PPSI17-2.rsdm
Ardila, E., y Rueda, J. (2013). La saturación teórica en la teoría fundamentada: su delimitación
en el análisis de trayectorias de vida de víctimas de desplazamiento forzado en
Colombia. Revista Colombiana de Sociologia. 32 (2) 93-144.
https://revistas.unal.edu.co/index.php/recs/article/view/41641
Calderón, D. (2018). Epidemiología de la depresión en el adulto mayor. Rev Med Hered. 29.
182-191. DOI: https://doi.org/10.20453/rmh.v29i3.3408
Cardona-Arango, D., Segura-Cardona, Á., Garzón-Duque, M. y L. Salazar-Quintero. (2018).
Condiciones físicas, psicológicas, sociales, emocionales y calidad de vida de la
población adulta mayor en el departamento de Antioquia. Papeles de población.
97. 9-42. DOI: http://dx.doi.org/10.22185/24487147.2018.97.23
Champion, V. y Sugg. C. (2008). The Health Belief Model. En: Glanz, K., Rimer,
B. y Viswanath K. Health Behavior and Health Education (págs. 45-62). Editorial
Jossey-Bass.
Diario Oficial de la Federación. (DOF) (2018). Proyecto de Norma Oficial Mexicana PROY-
NOM-015-SSA2- 2018, Para la prevención, detección, diagnóstico, tratamiento y
control de la Diabetes Mellitus.
https://www.dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5521405&fecha=03/05/2018#gsc.t
ab=0
Diario Oficial de la Federación. (2019). Proyecto de Norma Oficial Mexicana PROY-NOM-
031-SSA3-2018, Asistencia social. Prestación de servicios de asistencia social a
adultos y adultos mayores en situación de riesgo y vulnerabilidad.
https://dof.gob.mx/nota_detalle.php? codigo=5573764&fecha=27/09/2019#gsc.tab=
Federación Internacional de Diabetes. (2019). Atlas de la Diabetes de la FID. Novena Edición.
2019. www.diabetesatlas.org
Fernández-Ballesteros, R. (2004). La psicología de la vejez. Encuentros Multidisciplinares. No.
16. Enero-abril. 1-11. http://www.encuentros-multidisciplinares.org/
Fernández, P. y R. Cabello (2021). La inteligencia emocional como fundamento de la
educación emocional. Revista Internacional de Educación Emocional y Bienestar, 1 (1),
31-46. https://rieeb.ibero.mx/index.php/rieeb/article/view/5
82
PSIDIAL: Psicología y Diálogo de Saberes
e-ISSN: 2806-5972
https://revistas.utm.edu.ec/index.php/psicologia
Vol. 2 Núm. 2 Julio Diciembre de 2023
revista.psidial@utm.edu.ec
Universidad Técnica de Manabí
DOI: https://doi.org/10.33936/psidial.v2i2.6031
Gobierno de México (2021). 14 de noviembre Día mundial de la diabetes en:
https://www.gob.mx/profeco/documentos/14-de-noviembre-dia-mundial-de-la-
diabetes-
319474?state=published#:~:text=De%20acuerdo%20con%20el%20documento,m%C
3%A9dico%20previo%20de%20diabetes%20mellitus.
Granda, J., Alemany, I., y Aguilar, N. (2018). Género y relación con la práctica de la actividad
física y el deporte. Mujer y deporte. 132 (2) 123-141. https://revista-apunts.com/genero-
y-relacion-con-la-practica-de-la-actividad-fisica-y-el-deporte/
Guadarrama, R., Veytia, M., Arzate, G., Hernández, J. y J. Albiter. (2017). Actitud hacia la
vejez: Estudio comparativo en mujeres Mexiquenses. Psicología Iberoamericana. 25
(2) 44-52. https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=133957572006
Gutiérrez, P. (2019). Percepciones, imágenes y opiniones sobre la vejez desde la mirada de los
adultos y jóvenes en México. Espiral. Estudios sobre Estado y Sociedad. 26 (75) 197-
237. DOI: https://doi.org/10.32870/eees.v26i75.7024.
Hernández, E. y P. Mancilla (2021). Confidencialidad de datos en un hospitalescuela dedicado
a la investigación. Revista Latinoamericana de bioetica. 21 (2), 41-55. Disponible en:
https://revistas.unimilitar.edu.co/index.php/rlbi/article/view/5111
Instituto Nacional de Geriatría (2021). Depresión Boletín bimestral. 2. p.22.
http://www.geriatria.salud.gob.mx/descargas/ensenanza/boletines/Boletin-INGER-
Agosto-Septiembre-2021-02.pdf
Instituto Nacional de Salud Pública. (2018). ENSANUT. Encuesta Nacional de Salud y
Nutrición 2018-19. Resultados Nacionales. Instituto Nacional de Salud Pública.
México.
https://ensanut.insp.mx/encuestas/ensanut2018/doctos/informes/ensanut_2018_inform
e_final.pdf
Lanas, F., y Seron, P. (2012). Rol del tabaquismo en el riesgo cardiovascular global. Rev. med.
clin. conde. 26 (3) 699-705.
https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0716864012703711
Lazo, C. y S. Durán (2019). Efecto del diagnóstico de la diabetes mellitus y su complicación
con los trastornos de la conducta alimentaria. Revista Chilena de Nutrición. 46 (3),
352-360.
https://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0717-75182019000300352
López, D., Moreno, L., Cárdenas, L., y Martínez, A. (2021). Cultura del Autocuidado en
Personas con Diabetes Mellitus, en una Comunidad Rural del Estado de México. Salud
y Administración. 8 (22)
https://revista.unsis.edu.mx/index.php/saludyadmon/article/view/203
Lugones, M. (2006). Las consecuencias del tabaquismo. Revista Cubana de Higiene y
Epidemiología. 44 (3) 1-11.
http://scielo.sld.cu/scielo.php?pid=S1561-30032006000300007&script=sci_abstract
Cuevas B. y Cabello M., et al. Creencias sobre el origen de la diabetes mellitus en mujeres adultas mayores.
83
Mora, F. (2012). ¿Qué son las emociones? En: ¿Cómo educar las emociones? La inteligencia
emocional en la infancia y la adolescencia R. Bisquerra, (Coord.),14-23. Esplugues de
Llobregat (Barcelona): Hospital Sant Joan de Déu.
https://faros.hsjdbcn.org/sites/default/files/faros_6_cast.pdf
Moreno, E. y Gil, J. (2003). El modelo de Creencias en Salud: Revisión teórica,
Consideración Crítica y Propuesta alternativa. I: Hacia un análisis funcional de las
Creencias en Salud. International Journal of Psychology and Psychological Therapy, 3,
(1) 91-109.https://www.redalyc.org/pdf/560/56030105.pdf
Organización Mundial de la salud (2022). Enfermedades no transmisibles. Centro de prensa.
Organización Mundial de la Salud.
https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/noncommunicable-diseases
Peralta, C. (2006). Prescripción farmacológica razonada para el adulto mayor. Evidencias y
recomendaciones. Gobierno Federal.
http://www.cenetec.salud.gob.mx/descargas/gpc/CatalogoMaestro/558_GPC_Prescrip
cixnfarmacologxca/GER_PrescripcionFarmacologicaAM.pdf
Portilla, L., Romero, M. y J. Román (1991). El paciente diabético, aspectos psicológicos de su
manejo. Revista Latinoamericana de Psicología. 23 (2)199-205.
https://www.redalyc.org/pdf/805/80523203.pdf
Raymond, J. y K. Morrow. (2021). Krause. Mahan. Dietoterapia (15ª. ED.). Editorial Elsevier.
Rodríguez-Cruz, O. y G. Rodríguez-Hernández (2020). La vida cotidiana y las emociones en
los estudiantes de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México durante el
confinamiento. Argumentos. UAM-Xochimilco. México. 34(96) 89-104. DOI:
https://www.doi.org/10.24275/uamxoc-dcsh/argumentos/2021962-04
Salgado, A. C. (2007). Investigación Cualitativa: diseños, evaluación del rigor metodológico y
retos. LIBERABIT. 13, 71-78.
http://www.scielo.org.pe/pdf/liber/v13n13/a09v13n13.pdf
Secretaría de Salud del Estado de Nuevo León. (2013). Encuesta Estatal de Salud y Nutrición-
Nuevo León 2011/2012 (EESN-NL 2011/2012).
https://www.saludnl.gob.mx/drupal/sites/default/files/encuesta_salud_y_nutricion.pdf
Valverde, B., y Pérez, B. (2020). Emociones durante la vivencia de
enfermedades crónico-degenerativas en pacientes con diabetes mellitus e hipertensión.
CienciAcierta No. 63 julio - septiembre 2020.
https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/fetal-macrosomia/symptoms-
causes/syc20372579#:~:text=El%20t%C3%A9rmino%20%22macrosom%C3%ADa
%20fetal%22%20se,independientemente%20de%20su%20edad%20gestacional.
84
PSIDIAL: Psicología y Diálogo de Saberes
e-ISSN: 2806-5972
https://revistas.utm.edu.ec/index.php/psicologia
Vol. 2 Núm. 2 Julio Diciembre de 2023
revista.psidial@utm.edu.ec
Universidad Técnica de Manabí
DOI: https://doi.org/10.33936/psidial.v2i2.6031
Contribución de los Autores:
Autor
Bárbara Lizeth Cuevas Muñiz
Martha Leticia Cabello Garza