
Quiñonez et al., 2024
Bienestar psicológico en hijos adolescentes de padres separados
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revista.psidial@utm.edu.ec REVISTA PSIDIAL: PSICOLOGÍA Y DIÁLOGO DE SABERES
e-ISSN 2806-5972 DOI: 10.33936/psidial.v1iEspecial.6440
Vol. 3 Edición Especial (239-259)
La salud física y mental de los cónyuges juega un rol crucial en la relación. Problemas
crónicos de salud, discapacidades, trastornos mentales o adicciones pueden generar
estrés y desafíos en la relación (Osorio et al., 2017; Torres et al., 2022). La indelidad,
tanto emocional como física, es otra causa común de ruptura, socavando la conanza y
la base de la relación (Zabala, 2022; Medina, 2021). El abuso, ya sea físico, emocional
o psicológico, puede forzar la separación como medida de protección (Chalarca et
al., 2021; Alcívar et al., 2019). Las transiciones vitales, como el nacimiento de un
hijo o la jubilación, y la falta de apoyo social también pueden generar tensiones que
conducen a la separación.
La discrepancia entre las expectativas y la realidad de la relación puede provocar
insatisfacción y desencadenar una separación (Hidalgo & Cantabrana, 2022; Zabala,
2022). Además, en algunos contextos, la presión cultural o religiosa puede inuir en
la decisión de permanecer en una relación insatisfactoria, llevando a separaciones
de hecho en lugar de divorcios formales (Beltrán & Puga, 2020; Crăciun et al.,
2017). Finalmente, la monotonía y la rutina pueden apagar la chispa en la relación,
impulsando a los cónyuges a buscar nuevas experiencias o escapar de la tediosidad
(Zabala, 2022).
Consecuencias psicológicas en los adolescentes
Los adolescentes enfrentan diversas dicultades emocionales y comportamentales
debido a la separación de sus padres, lo que puede llevar a angustia emocional, baja
autoestima, problemas académicos y comportamentales, y un mayor riesgo de abuso
de sustancias. La separación parental puede sumergirlos en un estado de tristeza,
ansiedad, depresión y enojo, afectando profundamente su seguridad emocional y
bienestar psicológico (Chalarca et al., 2021). Esta situación también puede impactar
negativamente en su autoestima, ya que muchos adolescentes tienden a culparse a sí
mismos por la ruptura familiar, erosionando su autoconcepto (Alcívar et al., 2019).
Adicionalmente, la angustia emocional puede traducirse en un descenso del
rendimiento académico y en comportamientos rebeldes o delictivos, lo que puede
afectar su desarrollo y éxito futuro (Mejías & Moreno, 2023). Por último, algunos
adolescentes pueden recurrir al abuso de sustancias como una forma de afrontar estas
emociones intensas, lo que representa un grave riesgo para su salud física y emocional
(Puentes & Villanueva, 2022).
Por otro lado, la separación parental puede tener efectos positivos en el desarrollo
emocional y la resiliencia de algunos adolescentes. Al enfrentar las complejidades
emocionales de la ruptura familiar, muchos adolescentes adquieren una mayor
comprensión de sí mismos y desarrollan habilidades de afrontamiento útiles para futuros
desafíos, contribuyendo a su crecimiento emocional (Puentes & Villanueva, 2022).