
Vera et al., 2024
Terapia familiar con intervenciones sistémicas a familias de adolescentes consumidores de drogas
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revista.psidial@utm.edu.ec REVISTA PSIDIAL: PSICOLOGÍA Y DIÁLOGO DE SABERES
e-ISSN 2806-5972 DOI: 10.33936/psidial.v1iEspecial.6711
Vol. 3 Edición Especial (326-339)
Según algunas investigaciones realizadas, está demostrado que, en el tratamiento
del consumo de drogas, existe ecacia en las terapias centradas en las familias,
cientícamente se evidencia una relación entre el involucramiento de las familias en
los tratamientos al incrementar el compromiso de los pacientes con los programas,
fomentando la adherencia al tratamiento y disminuyendo las recaídas, esto también
ayuda a mejorar el funcionamiento familiar y la inserción social. (Becoña, 2010). En
este sentido, resulta favorable abordar esta problemática desde un enfoque de terapia
familiar.
La terapia familiar tiene sus orígenes desde los primeros estudio del psicoanálisis y
la psiquiatría que intentaba comprender los problemas de la neurosis y la psicosis,
desde los trabajos de Freud y Bowlby, continuando con los trabajos de Ericsson en
1941, este último aportando con técnicas hipnóticas como fueron El reencuadre,
las excepciones y la connotación positiva, muy importante para la terapia familiar
(Camino & Gibernau, 2009), pero fue en 1957 que Natham Ackerman logró fundar
el primer servicio de atención a la familia en la family mental health clinic (Pereira,
1994). Debemos de mencionar que a su vez la terapia familiar tiene otros enfoques
desde las escuelas clásicas de la psicología, como es el caso del conductismo con
su aporte a la modicación conductual y aprendizaje social (Salorio Del Moral &
Rodado Martínez, 1994).
Cabe señalar que la terapia familiar sistémica tiene en la actualidad un amplio
repertorio y es uno de los enfoques que más producción tiene, desde su paradigma
el terapeuta no se centra en el paciente sintomático, sino que percibe a la familia
como un sistema (UNIR, 2020), donde los individuos están relacionados entre sí,
que además tiene una estructura dinámica e interacción, su marco de referencia es
la teoría general de sistemas y modelos cibernéticos, que aportan conceptos vitales
para la comprensión de la familia como: sistemas cerrados, abiertos, equinalidad,
homeostasis, entropía, totalidad y circularidad y retroalimentación.
Se agrega Además de aquello que están presentes las aportaciones de los axiomas
de la comunicación de Watzlawick en 1981, la etapa del ciclo evolutivo (Carter &
McGoldrick, 1989) los límites y fronteras, roles, alianzas o coaliciones, exibilidad,
jerarquías (Minuchin, 1984b), y las narraciones que van forjando la identidad de los
miembros (White & Epston, 1990), (Villarreal-Zegarra & Paz-Jesús, 2015). La terapia
familiar sistémica se ha combinado con otros enfoques psicológicos, cognitivos,
conductuales, psicoanalíticos, del construccionismo social, del apego, del desarrollo
y lo socio ecológico (Molina et al., 2020).
Según Marcos & Garrido (2009), la terapia familiar estratégica breve, posee un mayor
nivel de efectividad en los tratamientos, debido a que focaliza el problema y reconoce
a la familia con estrategias, con el propósito de tomar acción en su sistema, además de
que esta terapia considera la planicación y es pragmática al momento de intervenir.