explicarla; son personas que están utilizando los mecanismos del Estado, esto es la coerción estatal
del derecho penal, mediante la intromisión para fines de coerción estatal con espionaje, que es un
denominador común que forma parte de estas operaciones. Entonces, realmente creo que, así como
logramos en un momento visibilizar las graves violaciones de DDHH sucedidas durante las
dictaduras, lo que hay que hacer en estos momentos es visibilizar a los actores del lawfare,
visibilizar a sus beneficiarios, fortalece y mejorar el sistema judicial, generando las condiciones
para que esto no vuelva a ocurrir. Por ejemplo, respecto de la selección de funcionarios del Poder
Judicial, donde se valoran tener un montón de papelitos, de posgrados, de maestrías en el exterior
(que siempre se consideran superiores a las del propio país) y que solo las pueden hacer quienes
pueden pagarlas, es necesario que se contemple la trayectoria en actividades comunitarias con
compromiso social, que sea un antecedente que brinde puntaje porque al fin y al cabo, ¿para qué
están los jueces si no es para hacer justicia? La justicia tiene que ser para todos, todas y todes, y
digo para todes con una sonrisa porque recientemente en nuestro país se autorizó, por primera vez,
la emisión de documentos nacionales de identidad para personas no binarias sin compeler a
categorizarlas como femenino o masculino, y eso realmente es una gran alegría porque ese binomio
biomédico hecho en base a algo ya fue superado porque la sexualidad es algo cultural. Ese binomio
lo que había producido era discriminación, dolor, persecución, enfermedad y muerte a las personas
trans principalmente que son quienes están más expuestas.
Esto es parte de la lucha por la defensa de los DDHH, que hayamos podido dar este paso,
un paso más en materia de reivindicación de derechos, va en línea con lo que creo que hay que
hacer, que es construir un sentido común que rechace las prácticas antidemocráticas. Eso es lo que
se está atacando con el lawfare: la democracia, dado que buscan la proscripción política, buscan
la demonización de aquellos partidos que representan los intereses nacionales, porque quienes
ejercen esas herramientas son justamente aquellos que siempre estuvieron históricamente aliados
con el gran capital extranjero, porque siempre es más cómodo, porque están donde alumbra el sol
y porque es lo que genera el negocio, el dinero y el poder económico manejan los medios y la
tecnología.
Pero ya en América Latina los pueblos, como decía Hugo Chávez, si hay algo que no
pierden es la esperanza y los pueblos se están rebelando al hambre, a la pobreza, a la falta de
educación, como en Chile, Colombia y Perú, o sea aquellos países que, según los medios de
Argentina, eran los modelos ejemplares del neoliberalismo. Su población estalló y le dijo basta al
sistema de exclusión, y creo que estamos en un momento de transición hacia otra cosa, es posible
que se den estos cambios cuando los pueblos no toleran más la pauperización que significan los
modelos neoliberales, donde además la pandemia agravó esas situaciones.
Es momento de estar más atentos que nunca, cuidando las instituciones democráticas y
siempre comunicándonos porque a las batallas hegemónicas hay que ofrecerles resistencias
contrahegemónicas y para ello es necesario formarse, comunicar, darle a las personas los