Asimismo, no puede obviarse, que, en los sistemas democráticos, debe manejarse como premisa
fundamental, la existencia de oposición y la certeza de alternabilidad, para con ello, las minorías,
manejar la posibilidad de tener cabida en el gobierno. No obstante, no puede prescindirse de
elementos como la existencia de una cultura política, convivencia política y social y sobre todo ha
de imperar la responsabilidad hacia el país y sus ciudadanos. En este contexto, cabe traer a colación
a Rosseau, quien expresaba que se requería para la existencia de la democracia, que el pueblo fuese
autor de las leyes.
Valores de la Democracia
Los valores aluden a una cualidad o serie de cualidades, que llevan a que algo o alguien sea
apreciado, llegando en muchos casos a beneficiar a la sociedad en general. De allí que todo Estado
democrático se asienta en valores, los cuales les proporciona la cualidad de estar inmerso realmente
en un sistema democrático, que, de no estar presentes, invalidaría el concepto de democracia. A
continuación, se presentan estos valores a objeto de comprender aún mejor, el alcance del término
democracia. Lipson, (1969), indica que “El objetivo fundamental de un estado democrático es
moral. Es contribuir, mediante la actividad política, a la civilización humana” (p.27) Ello sobre la
base de valores de la libertad, la igualdad, la solidaridad, la justicia y la dignidad humana, tal como
se exponen a continuación.
Orozco, (2010), explica que la libertad no sólo comprende el hecho de poder moverse de un
lugar a otro, al aire libre y utilizando cualquier forma de traslado. Es un sentimiento de bienestar
que permite actuar, decidir e incidir en determinadas situaciones individuales y colectivas. La
libertad, se hace patente cuando se reconoce la existencia del derecho de todas las personas de
desarrollarse plenamente, sin afectar el derecho de los demás; la misma se materializa en una serie
de derechos tales como de pensamiento, de expresión, de asociación, de reunión, de tránsito, de
empleo, de religión, de participación política y social, en libertad de expresión, de pensamiento,
de reunión, de manifestación, de sufragio por mencionar algunos. La libertad garantiza al
individuo, su participación voluntaria en las acciones y decisiones políticas que le conciernen, esto
no quiere decir que la libertad sea ilimitada: la misma termina donde empieza la de los otros.
Según Pazo (2014) la igualdad no solo demanda un trato similar para todas las personas, sino
que, además, requiere que se adopten medidas con el propósito de promover que exista una efectiva
entre todos los miembros de una sociedad. Con respeto al valor de la igualdad, este traslada al
plano de la ausencia de privilegios, favor o preferencia entre las personas, siendo todas iguales
ante la ley, pero sin las diferencias que por cuestiones naturales o accidentales existen entre todas
ellas. Con este principio, se afirma el reconocimiento y respeto de los derechos civiles y políticos
de cada persona, sin importar su edad, sexo, fe religiosa, ocupación o rango socioeconómico. Esto
determina que la igualdad se fundamenta en derechos, implicando que el Estado debe garantizar
que todos los ciudadanos tengan los mismos derechos y obligaciones, sin beneficiar o desfavorecer