Nullius: Revista de pensamiento crítico en el ámbito del Derecho
e-ISSN 2737-6125
Publicación semestral. Edición continua. Año 2021, Vol. 2, No 1. pp. 1-14. (enero-junio, 2021).
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poderes reales para satisfacer las necesidades/capacidades para sus vidas, también las de los burgueses.
La insurgencia, como derecho consuetudinario a la revolución en las calles, con sus aromas, colores y
ruidos es el primero de estos derechos como acción. Denuncian al tiempo el trampamtojismo jurídico de
la clase burguesa que transustanciado el derecho en norma. Un cuerpo místico, insípido, inodoro, indo-
lente e impotente con el que pretenden que el pueblo comulgue. Textos que hablan del derecho a la
vivienda, al trabajo, a la salud, a la educación y que no producen nada; estériles completos. El iusmate-
rialismo estrella también contra la tierra de la historia el dogma idealista del iusnaturalismo. Los dere-
chos humanos de los pueblos y derechos de la Naturaleza son acciones (praxis) dotadas de poder histó-
rico por la comunidad. Los seres humanos nacen con necesidades y capacidades pero desnudos de dere-
chos; si es que la comunidad no los empodera. El derecho, los derechos, es la cobija jurídica cread a
históricamente por los pueblos. No existen derechos naturales innatos como repiten ciegos los iusnatu-
ralistas.
3° La vida de los pueblos y la Naturaleza es la materialidad del sistema integrado de necesidades/ca-
pacidades. El iusmaterialismo de los pobres y oprimidos tiene claro que la vida no es un concepto abs-
tracto, un principio o un valor que nadie sabe de dónde nace o aparece. La vida es la materialidad de un
sistema integrado de necesidades y capacidades. Las primeras necesitan ser satisfechas para q ue las se-
gundas puedan florecer. También el iusmaterialismo entiende que el sistema no tiene jerarquía sino ur-
gencias en la satisfacción. Unas necesidades o capacidades se vuelven más urgentes que otras en un
momento determinado por el grado de afectación para la vida personal y colectiva en esas circunstancias.
Pero ello no significa que existan jerarquías ni dualismos hilemórficos metafísicos que diferencian entre
necesidades/capacidades básicas y no básicas. El iusmaterialismo desvela el engaño fantasmagórico del
derecho burgués que desmaterializa la vida de los pobres, la vuelve angelical. No necesitan comer, ves-
tirse, educarse, tener un hogar, curarse, etc. Denuncia la prédica cínica, clasista y racista que le condena
a sobrevivir aspirando, como mucho, a satisfacer las necesidades “básicas”.
4° Los derechos humanos de los pueblos y los derechos de la Naturaleza son morales, son una praxis
moral ineludible.Los pueblos disfrutan el color de la moralidad material de la vida. Su iusmaterialismo
sabe que los llamados valores morales brotan no de religiones reveladas, no brotan de moralinas ideoló-
gicas, ni de los relativismos subjetivistas más o menos incrédulos. El derecho de los pobres entiende que
los valores morales son la valencia positiva (valor) o negativa (disvalor) de cada acción respecto a la
producción y florecimiento de vida. Saben los pobres que esta es la fuente de la verdadera ética material,
la de las verdaderas religiones: “tuve hambre y me diste de comer, tuve sed y me diste de beber, estuve
desnudo
vestiste, fui extranjero y
me acogiste”, etc. Insurge el iusmaterialismo enfrentando al
derecho burgués su cínico escepticismo ético encubridor de la moral de su clase asesina: la ética capita-
lista explotadora del superhombre fascista. Los pobres y oprimidos afirman el valor moral de la vida
frente al escepticismo del derecho burgués. El iusmaterialismo derrumba a golpes de realidad la falacia
naturalista de la burguesía. Las acciones humanas están cargadas de moralidad ineludible e inescapable:
un ser debitorio que se encarna en un deber ser jurídico.
5° Los derechos humanos de los pueblos y derechos de la Naturaleza son el contenido del proyecto
político partisano ecosocialista (comunista). El derecho de los pobres y oprimidos se levanta afirmando
que es un proyecto político socialista y/o comunista. Es el contenido de un proyecto político partisano
no solo poscapitalista, sino que con orgullo se identifica con las tradiciones socialistas y comunistas de
todos los pueblos a lo largo de la historia. No es neutro, aséptico, sino que toma partido por el ecosocia-
lismo y el comunismo como el tipo de relaciones sociales que permiten la vida y la reproducción de la
vida de la Naturaleza y de las comunidades: de la Madre Tierra. El iusmaterialismo insurgente denuncia
a la burguesía su proyecto político capitalista, que sacrifica la vida en el altar del capital. Considera al
capitalismo como el crimen sistémico y estructural, origen de innumerables genocidios, etnocidios y