Nullius: Revista de pensamiento crítico en el ámbito del Derecho
e-ISSN 2737-6125
Publicación semestral. Edición continua. Año 2021, Vol. 2, No 1. pp. 15-27. (enero-junio, 2021).
This work addresses the right to education as the fundamental human right to achieve Buen Vivir.
The objective of this study is to propose educational alternatives in terms of rights, in the context of
educational challenges derived from COVID-19. A qualitative analysis of bibliographic sources is
developed about the progression of the right to education in the educational policy of three iconic
Revolutions: Alfarist (1906), July (1928-1929) and Citizens’ (2008). As a result of the bibliographic
study,
first,

a

reading

of

the

progression

of

the

right

to education is

achieved,

and

second,

some
proposals to protect the right to education in the current context of a pandemic. It concludes with an
exhortation
to

claim

the

right

to

public

education

as

a

priority

element

of

educational

policy,

to
promote other human rights, social transformation and Buen Vivir as a constitutional right education
right, public educational policy.
Key words: education right, public educational policy, social transformation.
1.
Introducción
La educación y la política han mantenido una correlación histórica en todos los ámbitos de la vida
humana. Picarella y Mangone (2020) mencionan que la relación entre política y educación genera
conexiones para desarrollar una ciudadanía consciente y participante. En este trabajo se analizan los
avances
en

el

derecho

a la educación

en

tres

momentos

clave

de

la

historia

del país.

La

política
educativa tiene como horizonte de referencia las concepciones de sociedad, ciudadanía y Estado,
elementos clave para el ejercicio del poder político. Según Freire la lucha política es por el poder para
crear las condiciones para la libertad. La tarea trascendental de la educación es la transformación y la
liberación
(1999).

En la

política

educativa

de

las

Revoluciones

Alfarista,

Juliana y

Ciudadana

la
educación
es

la

estrategia

fundamental

para

la

construcción

de

sociedades

más

justas
y
emancipadoras.
La Revolución Alfarista conquista el poder político el 5 de Junio de 1895, con el triunfo de las
tropas
liberales

sobre

las

del conservadurismo.

El

liberalismo

alfarista

representaba

los

ideales

y
concepciones de libertades individuales y de igualdad ante la ley (Weinberg, 2020). La laicidad fue
uno de los temas medulares del debate en una sociedad políticamente polarizada entre liberales y
conservadores.
La

educación

laica,

gratuita

y

universal,

es

la

estrategia

de

base

para

las
transformaciones
sociales

estructurales,

por

ello,

constituye

un

elemento

fundamental

para
comprender el proyecto político liberal, plasmado en sus dos constituciones y su política educativa.
A pesar de haber sido truncada, y para algunos clausurada con la hoguera bárbara, fueron los
ideales liberales alfaristas los que condujeron a la Revolución Juliana, que derrotó a los poderes de
la plutocracia liberal y la hegemonía de la banca privada el 9 de Julio de 1925, dando paso a un
proceso de modernización y fortalecimiento del Estado ecuatoriano (Núñez, 2020). Esta Revolución
fue
antioligárquica

y

precursora

de

un

Estado

enfocado

en

la

promoción

de

derechos

laborales
(Ministerio
de

Defensa

Nacional,

2014).

Su

rasgo

distintivo

fue

la

defensa

del

sentido

social

del
trabajo y la economía, pues tuvo como detonante a la indignación por los abusos laborales de una
oligarquía que llevaba las riendas del Estado. Descolló la conciencia social de lo público sobre lo
privado como sentido político de las luchas de un naciente movimiento obrero comprometido con la
memoria de la perversa masacre del 15 de noviembre 1922. En este contexto sociopolítico, una de las
políticas significativas fue la creación de
la Escuela de Industrias y Oficios para mujeres en cada
capital
de

provincia

y

de

escuelas

de

educación

básica

(Paz

y

Miño,

2013),

se

incorporó

la
puericultura a la formación de las mujeres y se promovió la participación de las maestras en la vida
social y política.
Al movimiento político liderado por el Rafael Correa se lo denomina la Revolución Ciudadana.
A diferencia de las revoluciones Alfarista y Juliana, no se inicia con un episodio violento de toma del
poder. Tras una década de inestabilidad política, en la que siete presidentes asumieron el poder sin
lograr enrumbar al país para salir de la crisis política, social y económica, en la que había sido sumido
por gobiernos neoliberales. Esta década tuvo como antecedente la época neoliberal iniciada en el
Gobierno de Hurtado.
La Revolución Ciudadana, a más de 100 años de la Revolución liberal, es